Pocas personas ,de aquellos que por diversas vías le dieron seguimiento a los preparativos,eventos y reuniones que antecedieron a la VI cumbre de las Américas celebrada en Cartagenas de Indias en Colombia y clausurada el día de ayer eran optimistas en cuanto a los resultados de los acuerdos que debían plasmarse en la declaración final como es la costumbre en una cita de tanta importancia para la región y donde se unifican criterios y políticas a seguir tanto en el ámbito social , como el político y el económico.
La VI cumbre, cuyo lema era “Conectando las Américas: Socios para la Prosperidad” no logró en lo absoluto los propósitos hemisféricos de conformar una agenda coordinada para abordar problemáticas comunes como la inseguridad ciudadana,el avance tecnológico, el narcotráfico ,los desastres naturales entrre otras situaciones que en mayor o menor grado constituyen retrancas al progreso y al desarollo regional .
No pudo hablarse de "conectar a las américas" puesto que de 32 Estados participantes 30 apoyaban la participación de Cuba en la cumbre y 2 (Estados Unidos y Canadá)mostraron un desacuerdo que imposibilitaron la asistencia cubana.En lo tocante a la soberanía sobre las islas Malvinas y el conflicto entre Argentina y el Reino Unido nadie podía ser tan iluso para pensar que Estados Unidos abandonaría a su principal aliado en Europa alineándose con Argentina en un tema tan sensitivo para los ingleses .Tampoco pudo acordarse nada en el tema levantado por Otto Pérez Molina de buscar alternativas junto a los "socios" al narcotráfico y la eventual despenalización de las drogas.
El momento geopolítico tanto a lo interno de Estados Unidos y Canadá como en otros paises ,no era el más propicio para discutir ninguno de los principales temas por los riesgos implícitos en una postura o la otra, optando por mantenerse sin cambios sustanciales con lo cual se precipitó la cumbre hacia un abismo de disconformidad, desavenencias y discordias que amenazan la realización de un nuevo evento en similares condiciones .
El presidente de Colombia y anfitrión de la VI cumbre,Juan Manuel Santos aunque sin reconocer el fracaso rotundo del encuentro ,expresó: “Debemos tener un diálogo entre iguales para lograr una sola América unida y próspera”,con lo cual evidenció su propia frustración frente al intento de reeditar los episodios neocoloniales de jefes y subalternos en donde unos dictaban las órdenes y la mayoría callaba y obedecía.
En esas circunstancias y sin la existencia efectiva de un diálogo hemisférico respetuoso y sincero entre iguales, todas las cumbres posteriores continuarán como la V cumbre de Puerto España y la recién finalizada VI en Cartagena, concluyendo con más diferencias que coincidencias, como las fiestas de los monos, a ramalazos limpios.
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