El 28 de Enero del 2013 el juez guatemalteco Miguel Ángel Gálvez finalmente emitió la sentencia que ordena juicio contra el exgeneral José Efraín Ríos Montt,acusado de genocidio contra poblaciones indígenas durante el régimen que encabezó en los años 1982-1983.El inicio del juicio está programado para iniciar el martes 19 del mes en curso aunque es probable que los subterfugios e incidentes legales del equipo de abogados del dictador terminen por dilatar el proceso.
Al margen de los esfuerzos denodados realizados durante décadas para evitar que tanto el general retirado José Rodríguez como Ríos Montt respondan ante la justicia guatemalteca y del mundo por los cerca de dos mil indígenas mayas ixiles ejecutados en el departamento de Quiché mientras esos generales imponían una campaña de persecuciones,torturas,desapariciones y aniquilamiento de las comunidades indígenas en Guatemala, el proceso avanza. Unos 200 mil muertos produjo esas cruentas operaciones de extermino cuyas víctimas reclaman justicia.
El espacio para maniobras dilatorias de los abogados de Ríos Montt es cada vez menor, el Tribunal Primero de Mayor Riesgo A, que preside la jueza Yazmíz Barrios,luego de programar el inicio de los debates para agosto decidió adelantarlo para esta semana y si bien el 8 de marzo una sala de apelaciones amparó provisionalmente a los abogados de Ríos Montt que impugnaron la decisión del juez Miguel Ángel Gálvez de no aceptar los peritos propuestos por la defensa en el debate, eso en principio, no afecta el inicio del juicio .
Con la cantidad impresionante de 130 testigos ,docenas de especialistas y peritos,900 piezas de evidencias,visuales,testimoniales,forenses.físicas y documentales,el resultado final del proceso parece marcado con una victoria para los defensores de los derechos humanos,los sobrevivientes y los familiares de las víctimas que también deberán estar pendientes a la posibilidad latente de que el actual presidente guatemalteco Otto Pérez Molina pueda intervenir para favorecer a los genocidas.Otto Pérez Molina, es un exgeneral guatemalteco salpicado por las mismas acusaciones de abusos contra los derechos humanos y es previsible que intente evitar un precedente legal que pueda aplicársele en el futuro. Es sintomático la insistencia con que Otto Pérez Molina niega que hubiera genocidio en Guatemala.Eso no augura nada bueno y por tanto hay que mantenerse en guardia contra la impunidad de esos crímenes de lesa humanidad.
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