MIS QUIJOTADAS

martes, 20 de mayo de 2014

MURIÓ VAN TROI (EL OTRO)


Raúl Serumberto Matos Reinoso (Van Troi)


La semana pasada, en el sector de San Andrés en la conocida playa dominicana de Boca Chica,resultó abatido Van Troi, en medio de una balacera,cuando la Policía Nacional intentaba evitar que el monstruo  cuya miserable existencia dejó a su paso ,una estela inconcebible  de  dolor y muertes sumara un asesinato más en su extenso  prontuario.

Casi con seguridad, Raúl Serumberto Matos Reinoso, nombre real del Van Troi dominicano, nunca supo la historia de Nguyen Van Troi, el  jóven electricista, héroe nacional Vietnamita que en tiempos de la guerra fría entre la entonces Unión Soviética y Estados Unidos,en medio de la sangrienta guerra civil vietnamita ,intentó detonar un explosivo en un puente por donde pasaría el Secretario de Defensa norteamericano, Robert Mcnamara y el embajador Henry Cabot Lodge.

Descubierto el plan y apresado junto a otros camaradas, Nguyen Van Troi asumió toda la responsabilitad personal por la acción para evitar las horribles torturas y muertes de los demás detenidos.El otro Van Troi, el sicario dominicano,llegó a tener tanta suerte que pese poseer unas 51 víctimas entre atracados,heridos y muertos,nunca pasó mucho tiempo en prisión ni siquiera cuando fué extraditado desde México en el 2010. Las repentinas carencias de evidencias le enviaban una y otra vez libre a las calles.Claro, los muertos no hablan, ni los atemorizados testigos tampoco.

Nguyen Van Troi, enfrentó la sentencia de muerte el 15 de octubre de 1964  con gallardía,  de cara al sol.  Raúl Serumberto Matos Reinoso,celebraba satisfecho las fiestas al ritmo  de dembow y reguetón, ofrecidas al sicario en el empobrecido sector capitalino de Guachupita ,en una simbiosis aberrante entre la enajenación social y la irresponsabilidad estatal ante géneros musicales que glorifican y ensalzan la violencia,el morbo y  el crímen.

Abatido Matos Reinoso por una dosis de su propia medicina, aparecen en escena el inefable Virgilio Almánzar,presidente del Comité Dominicano de los Derechos Humanos y un abogado nombrado nada más y nada menos que Lenín (¡oh dios!)Solano,ansiosos de protagonismo, cámaras y publicidad, rasgándose  las vestiduras,santificando al bandolero, reclamando una "investigación" por la muerte del sicópata .

Ni una palabra de condolencias por parte de esos señores a las madres con hijos ejecutados,mujeres con sus esposos asesinados, hijos huérfanos,familias destrozadas ante las pérdidas de seres queridos a manos del sanguinario  Van Troi, el sicario  que jamás debió utilizar  este sobrenombre, relacionado a  extraordinarios eventos  históricos de un vietnamita con firmeza decorosa,solidaria  y consecuente.


Nguyen Van Troi momentos antes de su ejecución.



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