COLOMBIA QUIERE LA PAZ

Raúl Castro, Juan Manuel Santos y Hugo Chávez en Cuba

La confirmación el pasado lunes por parte del presidente Colombiano, Juan Manuel Santos de conversaciones exploratorias con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia(FARC) tendentes a iniciar diálogos de paz a iniciarse formalmente el próximo 5 de Octubre en Oslo (Noruega) suma un nuevo elemento hoy, con la declaración del jefe de las FARC ,Rodrigo Londoño Echeverry, "Timoleón Jiménez" " Timochenko"en el sentido de que llegan  a las  negociaciones, " sin rencores ni arrogancias".

Las conversaciones para la paz en Colombia nunca habían tenido un escenario nacional e internacional más favorable para concretizarse luego de tres fallidos intentos previos en diferentes gestiones gubernamentales, excluyendo contactos secretos en ese tenor realizado durante el gobierno de Álvaro Uribe  que no fructificaron .

Además de Noruega y Cuba, en el actual proceso negociador participan Venezuela y Chile como facilitadores y observadores, por lo cual los contactos y discusiones continuadas  sobre los 6 puntos básicos de la agenda tendrán en la Habana una segunda parte, con los detalles logísticos para culminar con un acuerdo de paz reclamado y respaldado  por la inmensa mayoría de los colombianos..

Presidente de Colombia Juan Manuel Santos

En lo personal. considero que las negociaciones encontrarían un marco inical con mayor efectividad si un cese al fuego fuere aceptado y declarado por ambos bandos, de forma tal que las operaciones militares tantos de las FARC como del ejército pudieren cesar durante duren las conversaciones, que al decir tanto del gobierno como de la cúpula guerrillera ,deberán ser ininterrumpidas hasta abordar los detalles de la implementación de un acuerdo de paz que pueda recoger las expectativas del Estado y de los insurrectos.

El enorme apoyo interno y externo a posibles acuerdos que terminen la guerra fratricida colombiana puede encontrar también serios  obstáculos por parte de sectores paramilitares y ultraderechistas pues dos de los puntos en la agenda, le atanañen: el referido a la distribución equitativa de la tierra y la discusión sobre los cultivos de drogas ilícitas en territorio colombiano .Es sabido que la guerra en colombia es tambien un negocio rentable en las esferas de la ultraderecha y los paramilitares que muy bien podrían negarse a disolver los escuadrones de la muerte y actividades de narcotráfico que operan bajo esa tutela.

Las posibilidades de acuerdo son muy grandes, el Estado colombiano necesita de la paz que garantice la estabilidad y crecimiento económico interno para depender menos de la gigantesta   ayuda externa necesaria  para mantener la costosa maquinaria de guerra y las FARC necesitan transformar sus estructuras en operativos políticos que puedan ajustarse a los tiempos de hoy, que no son los del Regis Debray de antaño ,al margen de la justeza y vigencia de sus consignas sociales.

Transformar el lenguaje de la violencia y las armas por el lenguaje de la paz y la concordia en colombia lleva tiempo, tendrá sus  altibajos  y demoras pero es inequívocamente  el camino a seguir para avanzar hacia un futuro de progreso. El apoyo solidario a esa iniciativa desde cualquier parte del mundo  es el mejor regalo que le hacemos al pueblo colombiano y a la humanidad misma.



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