La emisión del Decreto-Ley 302 permite a los ciudadanos cubanos a partir del 14 de enero , beneficiarse de una profunda modificación en la política migratoria sostenida durante décadas por el gobierno de ese país y que era motivo de enorme descontento en la población porque hacia imprescindible para viajar hacia el exterior de una "tarjeta blanca" o permiso que además limitaba el tiempo a permanecer en el exterior.La nueva legislación permiten la estancia de cubanos hasta 24 meses en el exterior,antes era de 11 meses.
Esa decisión del gobierno cubano es positiva y resuelve una contradicción entre la población en la isla con sólidos lazos familiares con el 13% de cubanos que por razones de diversas índoles han escogido otras latitudes como lugares de residencias temporales o permanentes.Más del 86% de los cubanos en el exterior viven en Estados Unidos , concentrándose en los estados de Florida y New Jersey.
Y digo que resuerve satisfactoriamente una contradicción porque la tendencia de los cubanos en el exterior es regresar a la isla a visitar familiares y amistades como lo evidencian las estadísticas que muestran que mas de 400 mil cubanos visitaron cuba, durante todo el año 2011 y con plena certeza cuando sean publicadas los nuevos números del 2012 mostrarán la tendencia ascendente de más y más cubanos reestableciendo los lazos afectivos con sus seres queridos en la isla y además aportando ingresos económicos en divisas que a su vez serán reinvertidos en bienes y servicios a la población ,elevando la calidad de vida de la misma.
Permitir que los ciudadanos cubanos puedan viajar hacia el exterior de manera ordenana y legal, evita las manipulaciones propagandísticas anticubanas con las tragedias de los balseros en el estrecho de Florida y con la ley de ajuste cubano, motoriza y relanza las relaciones públicas beneficiosas a las ofertas turísticas y dinamiza un sector de la economía formal e informal cubana, requerida de capitales frescos en monedas fuertes que puedan ser utilizados en un incremento en los niveles de vida de los ciudadanos.Mayores fuentes de trabajo serán creadas en la isla y más cubanos emigrarán temporalmente fuera de cuba, trabajarán en el exterior y algunos volverán a invertir lo ganado o enviarán remesas a sus seres queridos.Las remesas son hoy por hoy el segundo o tercer renglón económico en muchos paises de America Latina .
Cuando se articula esa posibilidad de cubanos reinvirtiendo lo ganado en su patria, debe recordarse que ya anteriormente el Consejo de Estado había aprobado una gran cantidad de trabajos y actividades comerciales individuales que pueden ser legalmente establecidos en cuba,lo cual consolida mi planteamiento anterior.
Naturalmente, el Estado cubano tiene todo el derecho, como cualquier otro Estado soberano, de tomar medidas para defender su seguridad nacional y para evitar fugas de cerebros, profesionales y científicos costeados por el Estado que son todavía necesarios para el avance social, económico y científico de la isla, aunque en mi opinión ,esa particularidad es temporal y para nada resta valor a la sabia y atinada decisión adoptada.Finalmente vale recordar que los cubanos deberán cumplir con los requisitos migratorios de los respectivos paises hacia los cuales deseen viajar,tal cual ocurre en todas partes del mundo.
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