CUBA:UN PAÍS,DOS SISTEMAS

Los dos primeros capítulos justificantes de la nueva ley 118 de inversión extranjera aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular Cubano e integramente publicada en el periódico Oficial Granma, manifiestan las acertadas razones por las que el Estado antillano realiza una movida notable con miras a motorizar un salto cualitativo en el impostergable impulso y renovación de las fuerzas productivas de la isla.

La admisión de los enormes desafios que enfrenta la economía cubana para alcanzar el desarrollo sostenible sin una inversión extranjera que les facilite innovación tecnológica,apertura de nuevos mercados internacionales para  colocar productos diversificados y ofertar servicios que originen un efecto multiplicador en el crecimiento,generando empleos y desarrollo nacional, es un raciocinio realista, en concordancia con un proyecto ávido de acelerar la marcha hacia los tiempos geopolíticos y económicos del siglo 21.

Según lo expresado por la ley 118 la inversión económica en Cuba podrá realizarse bajo diferentes modalidades que pueden ir desde las empresas de capital totalmente extranjera, pasando por las asociaciones contractuales mixtas ,sin excluir la cesión parcial o total de programas estatales cuando las consideraciones estratégicas  así lo determinen.Aporte de capitales frescos en proyectos y empresas gubernamentales estancados y deficitarios tiene un valor indiscutible en la renovación y relanzamiento productivo exitoso..

Los adversarios de la Revolución Cubana no perderán tiempo para detractar la ley de inversión extranjera cubana, sin detenerse a meditar primero que pese a la garantía estatal ofrecida a los inversionistas privados ,la economía cubana está bajo control absoluto del Estado,no de familias oligárquicas, tampoco en manos de monopolios ni de transnacionales voraces que puedan imponer las reglas del mercado interno para producir crisis económicas con miras a obtener beneficios,segundo,la ley 118 establece que las instituciones armadas,la educación y la salud están excluido de la inversión foránea ,con lo cual el Estado establece linderos intocables y ratifica el dominio del innovador pero organizado, proceso de cambios .

La ley 118 de inversión extranjera aprobada en Cuba, adicionará mayores presiones al gobierno estadounidense de Barack Obama y al congreso, por los empresarios de ese país requiriéndole actuar con respecto al bloqueo a la isla,  rechazado por la inmensa mayoría de los ciudadanos norteamericanos incluyendo a los ascendientes cubanos y  condenado una y otra vez por todas las instancias  internacionales.El bloqueo continua limitando las relaciones de intercambio comercial entre dos mercados con posibilidades de mutuo beneficio una vez rotas las barreras legales que les separan.

Mientras tanto,estamos en presencia  de una reeditada y pulida adaptación  caribeña del concepto "un país ,dos sistemas", acuñado por el expresidente Chino Deng Xiaoping que  rompiendo esquemas ,permitió el  meteórico ascenso de las fuerzas productivas Chinas hasta colocar al gigante asiático en el pináculo económico mundial,La centralización y planificación del modelo cubano con las especificidades propias, puede producir efectos positivos con la atinada ley 118.

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