La imposibilidad del Estado Libre Asociado de Puerto Rico de remontar la crisis económica por la cual viene atravesando desde hace casi una década, coloca al país caribeño en el centro de grandes transformaciones en el sistema de vida al cual estaba acostumbrado borinquen ,debido en primera instancia a la incapacidad de solvertar una deuda ascendente a 72.000 millones dólares y a la inevitable continuidad en mayores impuestos y reducción de servicios causado por el estancamiento.
Reflejos de los tiempos sombríos que esperan a Puerto Rico en los meses por venir, sentetizado en una tasa superior al 13% actual de desempleo, es la masiva emigración de boricuas hacia los diferentes estados norteamericanos, que en los últimos 3 años superan las 150 mil personas,lo cual para un país con 3.6 millones de habitantes,constituye una cifra apreciable.Estadísticas fiables pronostican que antes del 2050 la población puertoriqueña se reducirá hasta los 3 millones.
La estampida hacia el exterior, de personas y empresas desde Puerto Rico,en nuestra opinión continuará ocurriendo,ya que la situación económica no avizoara mejoría pese a las maniobras desesperadas implementadas por el Gobernador Alejandro García Padilla en búsqueda de recursos que incluyen la solicitud de bancarrota al Congreso estadounidense que hasta el momento no es contemplada en la ley de esa materia. Puerto Rico hoy no puede enfrentar sus deudas y los mecanismos usuales para acceder a préstamos ya les han sido cerrados.
La combinación de factores como el incremento de desempleo,la quiebra de negocios,la emigración a territorio continental y el degradamiento en la clasificación de crédito a Puerto Rico por la agencia calificadora Standard and Poor`s cierra las puertas de más préstamos y nos indican que la economía boricua continuará en cuidados intensivos y nuevas medidas impositivas junto a mayores reducciones en servicios públicos tendrán que ejecutarse ampliando la pobreza de los boricuas.
Los puertorriqueños deberán estar preparados en los próximos meses ,para más cortes y reducciónes de subsidios, en la educación,el transporte y la salud, incrementos de impuestos directos e indirectos a empresas y personas. despidos de empleados, vacaciones y otros beneficios no pagados ,paralización de las inversiones en obras de infraestructuras públicas entre otras medidas que detonarán protestas sociales con fuerte impacto en el escenario politico borinqueño.
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