Parque memorial de la Paz en Hiroshima
Los japoneses conmemoran esta semana el 67 aniversario del lanzamiento de las primeras bombas atómicas registrada en los anales históricos de la humanidad, cuya detonaciónes el 6 y 9 de agosto de 1945 en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki produjeron cientos de miles de víctimas en los días iniciales y una cantidad indeterminada de afectados directos e indirectos por los efectos radioactivos posteriores, como le ocurrió a sobre tres mil ciudadanos japoneses-estadounidenses afectados.
Ubicarse en la psiquis del presidente norteamericano Harry Truman en el contexto de tiempo transcurrido dentro del lapso comprendido entre el momento de impartir la autorización para que el bombardero "Enola Gay" cumpliera la misión encomendada y el recibimiento de los primeros reportes militares sobre las destrucción masiva ocasionada por la bomba atómica nombrada "Little boy"(muchachito) y la cantidad insospechadas de víctimas civiles, sin participación activa en el conflicto bélico, es un terreno escabroso.
En realidad no entiendo las motivaciones posteriores del presidente Truman al ordenar el lanzamiento de la segunda bomba nuclear "Fat Man" (hombre gordo) en la ciudad de Nagasaki el 9 de agosto ,conocido ya en ese momento el devastador efecto de la primera y ante el evidente colapso militar de Japón, máxime con la entrada en acción de la Unión Soviética, con una ofensiva militar en Manchurria y la declaración de guerra contra el poder imperial nipón.
Monumento a la Paz en Nagaski
Los pormenores de la rendición incondicional japonesa ante la sorpresiva,innovadora y destructiva nueva bomba nuclear de Estados unidos conforma parte indispensable de la historia que nos motiva, dada magnitud de las pérdidas humanas y materiales sufridas en Hiroshima y Nagaski , al compromiso inquebrantable de las presentes y futuras generaciones para evitar que las confrontaciones bélicas posteriores retomen el uso de armamentos nucleares ,por las catastróficas consecuencias que para la raza humana significa.
Cada 6 y 9 de agosto,con el arribo de una nueva efeméride conmemorativa de este horrendo capítulo de la segunda guerra mundial,todos los habitantes del planeta hemos de reflexionar y luchar por el término de las guerras causadas por las ansias de territorios y mercados y luchar además contra el uso de la energía nuclear con fines bélicos y destructivos ,respaldando todos los tratados y acuerdos internacionales que tiendan a la desaparición total de los armamentos nucleares de la faz de la tierra como una forma de conseguir la tranquilidad,progreso y sobrevivencia de la humanidad.
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