LOS OBELISCOS DE TRUJILLO

Obelisco Macho

Subyace  dentro de un sector de  la comunidad  intelectual dominicana  una divergencia de criterios en cuanto a si los  obeliscos Macho  y Hembra , construidos por el sátrapa Rafael Leonidas Trujillo para conmemorar  tanto el pago de la deuda externa como la designación de la ciudad con su nombre, debieran permanecer tal como estaban después del ajusticiamiento del Tirano, vale decir, ajenos a las muestras de artes o la ocasionales pinturas y decoraciones que en ellos  realizan  empresas locales , extranjeras o el Ayuntamiento del Distrito Nacional.

Se llega incluso, dentro de ese sector cultural a manifestar que dichos obeliscos deberian ser demolidos pues representan una etapa de ignominia y oscuridad en la vida nacional, siendo entonces preciso -desde ese punto de vista- borrar todo vestigio trujillista mediante la demolición de los obeliscos.

Obelisco Hembra

A nuestro modo de ver, si  vamos a demoler y destruir todo lo que ha sido realizado por gobiernos entreguistas , represivos o corruptos de nuestra vida republicana, no quedará ni siquiera la avenida en donde están localizados dichos obeliscos , pues la misma fue nombrada por Ley aprobada por el Congreso George Washington simplemente para celebrar el natalicio de ese prócer extranjero pero quien  no sabia de la existencia o en donde estaba localizada la República Dominicana en el mapa,en otras palabras, ni siquiera fue una decisión de la Sala Capitular u ordenanza Municipal, como se estila en estos casos y para modificar ese nombre debe hacerse mediante otra ley promulgada por el Poder Ejecutivo.

Tendríamos que destruir los vestigios coloniales españoles por la exterminación de los aborígenes , los edificios de la Feria (con la bolita del mundo incluida) el Palacio Nacional   y una gran parte de puentes y hospitales, escuelas , carreteras construidas tanto por Trujillo como por otros gobiernos cuyas manos también se mancharon de sangre inocente , peculado sin fín y abyecto entreguismo.

Que se sigan utilizando esos obeliscos otorgándoles sentido de dignidad y patriotismo a los mismos tal cual se hizo con los murales de las hermanas Mirabal,  aunque dichas fachadas sean pintadas,decoradas o auspiciadas por empresas privadas siempre y cuando  lo primordial  no sea el producto o mercancía a promover sino la elevación de la identidad nacional y los valores positivos de la Nación. Esos obeliscos son parte de la historia dominicana ,patrimonio del pueblo y por tanto deben ser preservados reorientando su significado histórico.