Como una triste constante, cuando un medio de comunicación noticioso menciona el nombre de México, por lo general es asociado con masacres , tiroteos, secuestros, narcotráfico, sicariato ,corrupción y pandillas.En ocasiones la imagen fija en las mentes de quienes no hemos tenido la oportunidad de visitar a México es la de un país en donde el Estado luce maniatado y sin un plan efectivo para retomar las funciones básicas relacionadas a la seguridad ciudadana y al bienestar colectivo.
Los hechos violentos que se suceden en México minuto a minuto ,son consecuencias de la crisis que en todos los sentidos han venido incubándose en la sociedad azteca ,fomentada en primera instancia por la corrupción oligárquica y el desdén de los políticos mexicanos por favorecer el acceso de las mayorías a una distribución equitativa e imparcial de las riquezas nacionales .
Todos los indicadores económicos y sociales manejados por las instituciones financieras internacionales desnudan la espantosa desigualdad entre los mexicanos, en donde una micróscopica minoria acapara el grueso del bienestar económíco mientras la mayoría de mexicanos navegan en las penurias y las necesidades, llegando algunas comunidades pauperrimas a tocar el lindero asfixiante de ingresos percápitas inferiores a comunidades hambrientas africanas.Paradoja de la vida, el hombre más rico del mundo (Carlos Slim) es mexicano.
Esa terrible desigualdad , es caldo de cultivo para las acividades delictivas y el fortalecimiento de los carteles del narcotráfico y las pandillas criminales, incluso con miembros activos o ex integrantes de los cuerpos armados mexicanos. La mayor responsabilidad en la deserciones militares y policiales al bando delictivo es debido al hecho de que el Gobierno Federal o más ampliamente, todos los poderes del Estado, han sido tradionalmente piñatas repartidas a discreción por los políticos . Mientras ese panorama acontece, el Estado ocupa la mayor parte de las ganancias petroleras en equilibrar el gasto público y no a proyectos de inversiónes reproductivas que tiendan a fomentar un incremento en el empleo, la educación ,la salud y en general, el salario real de la población incluyendo a policías y militares.
Ese círculo de violencia e impunidad impacta negativamente diversas áreas socieconómicas aztecas, el turismo mexicano aún siendo el primer destino en Latinoamérica y aportando sobre el 8.3% del PBI a la economía sólo por debajo del petróleo y las remesas enviadas por los paisanos desde el exterior ,comienza a mostrar signos de estancamiento como resultado del la imagen negativa ,de inseguridad y descontrol proyectada hacia el mercado turístico Estadounidense y Canadiense componentes del 86%del turismo mexicano, agregándole el de Europa y América Latina .
Presidentes Barack Obama y Felipe Calderón
La gestión presidencial de Felipe Calderón muestra el interés en atacar la parte delincuencial del problema mexicano con una activa y sostenida visión policíacomilitar pero adolece de una política económica que acerque a los más pobres y excluidos, a los beneficios sociales que brinda el apoyo solidario del Estado .El gobierno de Calderón ,como los anteriores ,abogan por la fallida fórmula neoliberal de vender y desmantelar las empresas públicas y demoler los principios sociales de responsabilidad solidaria del Estado.
El sociólogo mexicano Salvador Salazar, en su excelente ponencia durante la Conferencia ,"Comunicación y Cultura. La construcción simbólica de la violencia" expresó: "Los individuos necesitamos de donde colocarnos junto con el otro para proyectar nuestras esperanzas, visiones e ideales y si este contexto no lo hay, estamos en una crisis colectiva personal muy fuerte que se puede acrecentar aún más en un futuro y esto puede ser favorable para todos los actores demoniacos que se suelen construir con la delincuencia y el crimen organizado, ante la falta de oportunidades de crecimiento", en otras palabras, la raíz violenta en México esta en la inequidad social que también explica el porque 70% de la población mexicana, (114 millones aproximadamente) ocupa los centros urbanos.
Las matanzas , entre los carteles narcotraficantes no es causa, sino efecto y consecuencia de la exclusión y la marginación social de generaciones enteras, abandonadas por el Estado Federal,la oligarquía y los medularmente corruptos políticos mexicanos.
Lo que acontece en México ahora es un permanente espejo en el cual tienen que mirarse los paises latinoamericanos cuya espiral violenta y delincuencial por parte de unos pocos, crece como la hiedra venenosa, manteniendo en vilo a sociedades enteras . Los carteles mexicanos y colombianos al mover sus operaciones a paises cercanos, endebles política e institucionalmente, hallaron en las iniquidades sociales los abonos necesarios para la danza de la codicia y el derramamiento de sangre por doquier.
Y lo peor de todo, es que las altenativas políticas progresistas en México no muestran en la actualidad signos de estar en condiciones para imponer un cambio de rumbo,un golpe de timón , en el escenario de violencia,impunidad,desigualdad e inseguridad ciudadana reinante en ese país. Qué pena.
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