Papa Benedicto XV1
El Papa Benedicto XVI emitió este domingo desde la residencia papal de Castel Gandolfo en Italia, un llamamiento a la solidaridad humana para afrontar la hambruna y sequia generalizada en el Cuerno de Africa la cual amenaza la supervivencia de millones de personas, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La acción del máximo representante de la religión católica en el mundo significa un paso trascendental en el reconocimiento de un panorama devastador, cuyo horizonte traspasa las fronteras y naciones africanas para extenderse hacia todos los rincones .
La iglesia católica, zarandeada por los contínuos escándalos sobre abusos sexuales , colaboraciones con regímenes oprobiosos , lavado de dinero y malversación de recursos en el Banco Vaticano entre otras acusaciones nada santas , mantiene una menbresía mundial que supera los mil millones de fieles en la sumatoria final de sus 23 denominaciones bajo la autoridad papal y los cuales pueden impulsar un cambio positivo en la aproximación al temario de la pobreza y el hambre.
El mismo Benedicto XVI ,salpicado por su antigua militancia en la Juventud Hitleriana de la Alemania Nazi , sus acciones conservadoras en la Prefectura de la Doctrina de la Fe (antigua Congregación del Santo Oficio) y sus posturas contra la Teología de la Liberación ,recupera ahora sin embargo , parte del prestigio perdido al colocar sobre el tapete la enorme crisis alimentaria existente no sólo en Africa sino en los demás continentes, produciendo con su llamado de que "No debemos permanecer indiferentes ante la tragedia del hambre y la sed" un necesario enfoque e importantización del tema.
Ese llamado a la sensibilización y a la solidaridad humana de Benedicto XVI favorece una nueva práctica de la iglesia Católica y toda la jerarquía eclesiástica en torno a posibilitar un acercamiento a las sentidas demandas populares de justicia ecómico-social ,asumiéndolas como parte de un proyecto redentor tendente a superar la presente marginalidad en la cual se hallan sumidas las grandes mayorías.
Los pueblos empobrecidos del mundo tienen hambre y sed de una justa distribución de las riquezas producidas por la laboriosidad de hombres y mujeres, quienes al final son los menos favorecidos en el reparto y acceso a los bienes y servicios que ellos mismos producen.
Encontrar en Benedicto XVI y en la iglesia Católica fundamentación ,interés y soporte en la lucha contra las causas de las hambrunas actuales debe ser motivo de celebración e identificación total por los fieles ,creyentes y aquellos quienes profesan otras religiones o no tienen ninguna.
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