MIS QUIJOTADAS

lunes, 1 de agosto de 2011

BENEDICTO XVI , EL HAMBRE Y LA SED.


Papa Benedicto XV1

El Papa Benedicto  XVI emitió este domingo desde la residencia papal de Castel Gandolfo en Italia,  un llamamiento a la solidaridad humana para afrontar la hambruna y sequia generalizada en el  Cuerno de Africa  la cual amenaza la supervivencia de millones de personas, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).


La acción del máximo representante de la religión católica en el mundo significa  un paso trascendental en el reconocimiento de un panorama devastador, cuyo horizonte  traspasa las  fronteras y naciones africanas para extenderse hacia todos los rincones .


La iglesia católica, zarandeada por los contínuos  escándalos sobre abusos sexuales , colaboraciones con regímenes oprobiosos , lavado de dinero  y malversación de recursos en el Banco Vaticano  entre otras acusaciones nada santas , mantiene una menbresía mundial que supera los  mil millones  de fieles en la sumatoria final de sus 23 denominaciones  bajo la autoridad papal  y  los cuales pueden impulsar  un cambio positivo  en la aproximación al temario  de la pobreza y el hambre.




El mismo Benedicto XVI ,salpicado  por su antigua militancia en la Juventud Hitleriana de la Alemania Nazi , sus acciones conservadoras  en la Prefectura de la Doctrina de la Fe (antigua Congregación del Santo Oficio) y sus posturas contra la Teología de la Liberación ,recupera ahora sin embargo , parte del prestigio perdido  al  colocar sobre el tapete la enorme crisis alimentaria existente no sólo en Africa sino en los demás continentes, produciendo con su llamado de que "No debemos permanecer indiferentes ante la tragedia del hambre y la sed" un necesario enfoque e importantización del tema.


Ese llamado a la sensibilización y a la solidaridad humana de Benedicto XVI favorece una nueva práctica de la   iglesia Católica  y toda la  jerarquía eclesiástica  en torno  a posibilitar un acercamiento a las  sentidas demandas populares de justicia ecómico-social ,asumiéndolas como parte de un proyecto redentor  tendente a superar la presente marginalidad en la cual  se hallan  sumidas las grandes mayorías.



               

Los pueblos empobrecidos del mundo tienen hambre y sed de una justa distribución de las riquezas producidas por la laboriosidad de hombres y mujeres, quienes al final  son los menos favorecidos en el reparto y acceso a   los bienes y servicios  que ellos mismos producen.


Encontrar en Benedicto XVI y en la iglesia Católica  fundamentación ,interés  y soporte en la lucha contra las  causas  de  las hambrunas actuales debe ser motivo de celebración e identificación  total  por los fieles ,creyentes y aquellos quienes profesan otras religiones o no tienen ninguna.



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