EL PRESIDENTE QUE ENMUDECIÓ

Leonel Fernández,Presidente de la República Dominicana

Era el primero dentro de los primeros, con la habitual parsimonia y  reconocidos modales , sus palabras cumplian el efecto  encantador de envolver en un éxtasis sobrenatural  a todos quienes le escuchaban .Su discurso era sensato, metódico ,decente , ordenado y  prodigioso en propuestas floridas.

Organizaba cumbres,minicumbres, foros sociales,encuentros de "fuerzas vivas",reuniones en prestigiosas  academias nacionales y extranjeras ,entidades de la Sociedad Civil, en donde era el centro absoluto de atención .Cuando su verbo  hecho palabra , carne,rios de agua viva , iniciaba  el danzar mágico.  Los amplios espacios devenían en míticas áreas  en los cuales el silencio y la quietud de los parroquianos era la norma.Todos contenían gozozos la respiración para no interrumpir al maestro.

Los discursos de su excelencia eran degustados cual divino manjar propio de las deidades  griegas encumbradas en el Olimpo.Todos escuchaban ensimismados a la octava maravilla del mundo, todos ansiaban que sus tímpanos tuvieren la suerte de escuchar tanta sabiduría en un solo hombre que para suerte de todos los mortales de ese país era el Presidente de la  República por tercera vez.

Era la estrella fulgurante nacional e internacionalmente, rompió todos los esquemas verbales conocidos  y por conocer, llegaba al país y  anunciaba un nuevo viaje al exterior  en donde según su particular apreciación necesitaban de su verbo admirable  y curativo para todos los males existentes en la bolita del mundo .El tenía la solución para las confrontaciones árabes e  israelíes, Venezolanos y Colombianos , Wall Street temblaba ,las grandes compañias petroleras le temían como el diablo a la cruz,Haití  resultó agraciado con su vara mágica , Honduras pudo palpar como sus palabras paralizaban de terror a las 10 familias que desangran  a ese país desde hace 100 años.

Pero de repente todo cambió  y  las bonanzas prometidas en repetidas ocasiones no llegaban, las ofertas de un nueva york chiquito se estrellaban contra la negativa a incrementar el 4% a la educación en comparación al Estado norteamericano que posee el sistema educativo más grande de esa Nación y cuyas universidades están dentro de las mejores  del mundo .

El león ,el rey de la selva , la eminencia , la personificación  de la sabiduría, sufría ahora de repentinos y extensos  apagones  y cortes eléctricos ,el maestro de maestros perdía el poder curativo de su verbo y la capacidad de transformar a un país empobrecido hasta la médula en una  nación en competencia con China, Japón ,Corea  e incluso muchos paises Europeos sólo con las palabras.

Las frases redentoras no surtían el efecto deseado , la gente comenzó a exigir cada vez más que los rios de aguas vivas y el verbo de su excelencia multiplicara el pan y los pescados .En cambio recibían   carestía  y  aumentos de precios  constantes . La criminalidad y la delincuencia no pudieron ser ocultadas  ,ni contenidas, las personas  poco a poco despertaba y protestaba.

Un buen día la población le paralizó el pais totalmente. Ni las ramas de los árboles se movieron en solidaridad y hartas también de las promesas incumplidas por parte  del poseedor de toda la materia grís planetaria.

Todo cambió, el amante de los grandes discursos y floridas palabras no encontraba una sola que justificara su estrepitoso fracaso y el rechazo generalizado.Para coronar , las encuestas le colocaban en el último lugar en la aceptación popular de  los  presidentes  en toda latinoamérica .

 

Los  hechos de corrupción  rampante  no pudieron ser ignorados , los periodistas y medios de prensa que no estaban en las nóminas del Estado comenzaron a ser tíimidamente críiticos y objetivos, las palabras del maestro , sus  exposiciones teóricas  y sus conceptualizaciones  ya no convencían .

No entendía el desplante, no racionalizaba la negativa general a sus conceptualizaciones ,entró en un trance de negación de la realidad y  el verbo hecho carne , el maestro ,su excelencia , la eminencia grís  ya no pudo prometer ni hablar más y súbitamente enmudeció.