Arrancan a toda velocidad, si observar a través de los espejos laterales la presencia de otros carros transitando en su mismo carril o el carril contrario para evitar accidentes ,encienden su radio a todo volumen pues poco le importa si una ambulancia , los bomberos, la policía o cualquer otro vehículo de emergencia requieren mediante el ulular de sus sirenas la apertura de espacio para llegar raudos al lugar en donde se precisa la rapidez de movimiento para salvaguardar vidas y bienes.
Se empecinan en bloquearle el camino , simulan no prestarle atención porque a fin de cuentas piensan que en esas ambulancias no van ni sus hijos, ni su esposa, ni sus padres o hermanos , ni amigos , ni vecinos .Critican y maldicen a los bomberos o a la policia porque suponen que no es su casa la que arde en llamas, ni es nadie conocido quien ha sido víctima de la delincuencia común , deciden sin calcular riesgos aumentar su velocidad hasta colocarse detras de esas ambulancias, bomberos o policías para ganarle la jugada al destino y pretender ahorrarse unos minutos en el trayecto.
Las señales de pare, zona escolar, reducir velocidad, las luces de los semáforos en rojo, no doblar, son inexistentes para ellos, zigzaguear sin ton ni son , violentar el carril contrario, insultar al anciano peatón que no salta a la acera ante su embestida es norma cotidiana, gozan y disfrutan hubicándose justo en el centro de una interseccion o cruce para provocar un atascamiento de los demás, evitando que alguno pueda circular ,creando un tapón. Burlarse de esos episodios les da nuevas historias para reir con sus amigos, les inyecta mas emoción y adrenalina.
Si el vehículo que manejan es un autobús ,camión o patana entoces la cosa adquiere un color de hormiga, nada les detiene ni les atemoriza, toda violación las leyes de tránsito es válida y permisible según sus particulares apreciaciones. Los cursos de educación vial fueron completamente ignorados y olvidados lanzados al zafacón,es la ley del mas fuerte, es la ley de la selva.
Si por casualidad de la vida un policía honesto les detiene y los multa o les retienen las licencias ,entonces los vándalos del volante acuden presurosos a sus sindicatos y uniones,dirigidas mayormente por tipejos de su misma calaña, gritan y patalean , convocan a la prensa, repiten una y otra vez los supuestos atropellos de los que fue "víctima" ese "humilde padre de familia" ,probablemente el pobre policía que cumpió con su misión de proteger a la ciudadanía termine reprendido, sancionado o cancelado .
Y el kamikaze del volante,vuelve nueva vez a la tarea suicida de poner en peligro su propia vida y las de los demás.
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